Bueno antes que todo, debo decir que no planeaba hacer eso, mucho menos escribir algo así. La verdad es que no me gusta escribir cosas "literarias" no me considero bueno en esto. Sin embargo, la miss de Lenguaje nos dejó imitar un poco a Julio Cortázar y a su "Manual de Instrucciones" así que se me ocurrieron las "Instrucciones para Desahogarse":
Después de haber discutido ó enojado con alguna persona ó cosa, piense seriamente en el caso y siga creyendo que usted tiene la razón y que la otra persona siempre estuvo equivocada.
Luego de enojarse más gracias a su orgullo, procure no hacerle demasiado daño a las personas, y menos a sus familiares, ya que si lo hace, se arrepentirá tristemente.
En caso que el causante de su ira halla sido un objeto, maldígalo, agárrelo fuertemente, golpéelo y láncelo lo más lejos posible y así al menos se asegurará de no volver a verlo intacto nunca más.
De no haber sido un objeto, sino con una persona, debe ser más cuidadoso si es que quiere permanecer libre de cargos judiciales. Si el desgraciado causante del acto fue algún “espécimen raro” el cual jamás imaginó ver, auméntele la madre y hulla por seguridad de que este haya sido un policía o algo similar a este. En el caso de que el causante de su incontenible ira haya sido un ser despreciable para su persona, insúltelo y si se pone a la defensiva, golpéelo y a continuación ignórelo.
Otro caso es que la persona que lo haya enfurecido haya sido alguien de gran importancia para usted. Con estas personas debe tener mucho más cuidado aún. Primero se le debe insistir que usted es el que manda y tiene la razón y si no acepta insúltelo y aguántese la cólera ya que si lo golpea puede que se arrepienta así que si no puede más lo recomendado es correr a la habitación más cercana y golpear desaforadamente todo lo que esté a su alcance.
Para concluir, debe tener en cuenta de que cada ves que quiere desahogarse y vaya a golpear a alguna cosa tenga en cuenta que usted no es un gladiador u otro sujeto semejante. Sobre todo evite golpear las paredes.
Luego de enojarse más gracias a su orgullo, procure no hacerle demasiado daño a las personas, y menos a sus familiares, ya que si lo hace, se arrepentirá tristemente.
En caso que el causante de su ira halla sido un objeto, maldígalo, agárrelo fuertemente, golpéelo y láncelo lo más lejos posible y así al menos se asegurará de no volver a verlo intacto nunca más.
De no haber sido un objeto, sino con una persona, debe ser más cuidadoso si es que quiere permanecer libre de cargos judiciales. Si el desgraciado causante del acto fue algún “espécimen raro” el cual jamás imaginó ver, auméntele la madre y hulla por seguridad de que este haya sido un policía o algo similar a este. En el caso de que el causante de su incontenible ira haya sido un ser despreciable para su persona, insúltelo y si se pone a la defensiva, golpéelo y a continuación ignórelo.
Otro caso es que la persona que lo haya enfurecido haya sido alguien de gran importancia para usted. Con estas personas debe tener mucho más cuidado aún. Primero se le debe insistir que usted es el que manda y tiene la razón y si no acepta insúltelo y aguántese la cólera ya que si lo golpea puede que se arrepienta así que si no puede más lo recomendado es correr a la habitación más cercana y golpear desaforadamente todo lo que esté a su alcance.
Para concluir, debe tener en cuenta de que cada ves que quiere desahogarse y vaya a golpear a alguna cosa tenga en cuenta que usted no es un gladiador u otro sujeto semejante. Sobre todo evite golpear las paredes.
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